La estrategia de precios para este tipo de negocio debe basarse en ofrecer una amplia variedad de productos apícolas de máxima calidad pero con precios competitivos que permitan que el negocio haga frente a sus competidores más directos. La especialización del negocio y el surtido de productos suponen una ventaja competitiva frente a los establecimientos que incluyan entre su oferta la venta de miel, pero habrá consumidores que no atiendan tanto a estos aspectos como al precio de los productos, por lo que es importante establecer alianzas con los apicultores para poder ofrecer precios más reducidos.
Por otro lado, una de las medidas que hay que tomar desde un principio es definir un nombre comercial y asignarle un logotipo que cumpla los objetivos tradicionales, esto es, que se recuerde fácilmente, que se asocie al producto o servicio, que se diferencie de la competencia y que guste. Este logotipo deberá aparecer tanto en el rótulo del local como en las bolsas en las que se entreguen las compras. Se trata de un tipo de publicidad muy eficiente y, generalmente, de reducido coste.
Otro de los elementos de comunicación más importantes es la imagen del propio negocio: la decoración del local, las condiciones de higiene, una correcta distribución y exposición de los artículos o una buena iluminación. Esto conseguirá llamar la atención de los clientes desde el primer momento que visiten la tienda. De igual modo, el escaparate es la mejor carta de presentación del establecimiento, por lo que debe ser cuidado hasta el más mínimo detalle.
Para dar a conocer el negocio al inicio de la actividad, puede publicitarse a través de buzoneo por la zona donde se ubique el negocio, folletos con los productos más atractivos, e incluso mailing personalizado a todos los conocidos para informarles de la inauguración del negocio. Igualmente, se pueden usar diversos medios de comunicación, como prensa local (que llega a muchos clientes potenciales del negocio), revistas especializadas de alimentación y/o relacionadas con el mundo apícola, o radio. También es interesante establecer alianzas con otros establecimientos para promocionar el comercio local, así como participar como patrocinador en eventos que se celebren en la localidad.
En última instancia, el “boca a boca” puede llegar a convertirse en la mejor forma de publicidad para el negocio. Ello supone que, si un cliente ha quedado satisfecho con la compra y el trato recibido, volverá y, además, dará a conocer el negocio a sus conocidos, que posiblemente también se pasen por el establecimiento. Por ello, es importante que los clientes queden satisfechos desde el principio, para darse a conocer de una forma positiva y para conseguir la fidelidad de los mismos a través de tres aspectos: conocimiento de la clientela, saber atenderla y saber qué hacer frente a las quejas y reclamaciones. El personal juega un papel fundamental en este sentido: debe transmitir profesionalidad y conocimientos sobre apicultura, sobre los productos que constituyen la oferta y sus propiedades, ofreciendo un servicio y asesoramiento de calidad.