Una de las tareas más complicadas para poner en marcha el negocio será conseguir una plantilla de trabajadores que dominen las distintas especialidades.
La empresa puede estar formada por 5 o más personas. En este caso, se ha supuesto que la plantilla inicial estará compuesta por cinco personas: tres oficiales de primera y dos limpiadoras.
En cuanto al perfil requerido para los trabajadores, este depende de las tareas que vayan a desarrollar. En este proyecto, hemos considerado que cada trabajador tendrá las siguientes funciones:
Gerente. Supondremos que esta persona se encargará de la fontanería y de las instalaciones de gas. Para la tarea de fontanería las tareas más relevantes consisten en el montaje, ajuste, instalación y reparación de accesorios de fontanería, tuberías, sistemas de desagüe y otros conductos en edificios.
Especialistas: Para las actividades relacionadas con la electricidad será necesario contar con un electricista cualificado. Su función consistirá básicamente en la instalación de electricidad en viviendas, locales comerciales, su mantenimiento. De igual manera para el pintor/albañil deberá contar con los certificados de profesionalidad correspondientes.
Limpiador/a: No se requiere un perfil determinado para este puesto, aunque sí se requiere resistencia y fuerza física. Se valora la experiencia en este tipo de trabajos pero no se exige formación, sino ganas de aprender y de trabajar. Ayudará a los dos oficiales y se encargará de tareas menos complejas como el pintado de casas.
Se establece un salario de 1.400 euros para la persona emprendedora y de 1.200 euros por especialista y de 900 euros para cada una de las personas del equipo de limpieza.
A medida que vaya aumentando nuestra clientela, tendremos la opción de incorporar más trabajadores o contar con colaboración externa para servicios concretos